Esta ruta de 6 días es el viaje definitivo que conecta el encanto norteño con la mística del desierto y la energía del sur. Comenzando en el Estrecho de Gibraltar, te sumergirás en las calles azules de Chefchaouen, caminarás entre ruinas romanas y explorarás la capital cultural en Fez. Luego, el viaje da un giro épico hacia las doradas dunas del Sáhara, para terminar recorriendo valles de rosas, kasbahs de leyenda y cruzando las montañas del Atlas hacia la vibrante Marrakech. Es un recorrido completo por la historia, los paisajes y las culturas que definen Marruecos.
Partimos temprano desde Tánger para adentrarnos en las montañas del Rif. Nuestro destino es la pintoresca Chefchaouen, famosa en el mundo entero por su sereno mar de casas azules y blancas. Una visita guiada por su medina nos permitirá perdernos por sus callejones fotogénicos, descubrir rincones únicos y visitar la animada Plaza Uta el-Hammam. Tendrás tiempo libre para disfrutar de la excelente gastronomía local y buscar artesanías únicas en sus tiendas. La primera noche, impregnada de calma y color, la pasaremos en un hotel de esta joya azul.
Dejamos atrás las montañas azules y viajamos hacia el pasado. Nuestra primera parada es Volubilis, las ruinas romanas mejor conservadas de Marruecos, donde pasearemos entre mosaicos, arcos y columnas que evocan el esplendor de un imperio, con vistas panorámicas a la llanura. Continuamos hacia la ciudad imperial de Meknes, donde admiraremos la monumental Puerta Bab Mansour, exploraremos la Plaza El-Hedim y visitaremos el imponente Mausoleo de Moulay Ismail. Con el legado islámico y romano fresco en la memoria, llegamos a Fez para pernoctar.
Hoy dedicamos el día completo a descubrir Fez, la capital cultural y espiritual, una de las ciudades medievales mejor conservadas del mundo. Con un guía local experto, nos adentraremos en su vasta e hipnótica medina, declarada Patrimonio de la Humanidad. Visitaremos lugares emblemáticos como la antigua Universidad de Al Quaraouiyine, la exquisita Medersa Bou Inania y la Medersa Attarine. Los sentidos se despertarán en sus zocos llenos de vida, desde las curtidurías hasta los puestos de especias. La jornada incluye una pausa para saborear la rica gastronomía local en un restaurante típico. Noche en Fez.
Emprendemos un viaje de contrastes desde la ciudad imperial al desierto infinito. Atravesaremos las montañas del Atlas Medio, haciendo una parada en Ifrane, “la Suiza de Marruecos”, por su inusual arquitectura alpina. Pasaremos por Midelt, en el corazón montañoso, antes de descender hacia el sorprendente oasis del Valle del Ziz, un río de palmeras en medio de la aridez. El horizonte se transforma al final del día con la primera visión de las majestuosas dunas de Erg Chebbi, anunciando nuestra llegada a Merzouga, la puerta al Sáhara.
Tras contemplar un amanecer espectacular en el desierto, partimos hacia el oeste. El camino nos regala paisajes dramáticos: exploraremos las impresionantes Gargantas del Dades, ideales para un paseo entre sus formaciones rocosas únicas. Luego, recorreremos el Valle de las Rosas (especialmente florido en mayo), donde descubriremos el proceso de creación del famoso agua de rosas. El día culmina con la llegada a Ouarzazate, conocida como “la Puerta del Desierto” y capital del cine marroquí, donde pasaremos la noche en un hotel.
En nuestro último día de ruta, visitamos el Ksar de Ait Ben Haddou, una fortaleza de arcilla declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y escenario de películas épicas. Pasear por sus callejones es viajar en el tiempo. Desde aquí, cruzamos la cadena montañosa más espectacular: el Alto Atlas, a través del sinuoso puerto de Tizi n’Tichka, con vistas que quitan el aliento. El descenso nos lleva directamente a la vibrante Marrakech. Llegaremos por la tarde, con tiempo para un primer contacto con el bullicio de la Plaza Jemaa el-Fna, la icónica Mezquita Koutoubia y su fascinante medina, poniendo el broche final a esta inolvidable travesía.
